martes, marzo 27, 2007

Bitacoras Februales y Lupercales del norte IV: Subiendo a las alturas

Después de la desventurada aventura con los Sres. de verde y el bolas ese, y dado que tenemos que quedarnos “voluntariamente” en la región, en virtud de la “citación compulsiva”, decidimos partir con mi compañero de celda a Calama. Un viaje sin una gran variación en el paisaje, todo igual de muerto, y cada vez mas desolador.
Bueno. Llegamos a Calama y nos esperaba Nelson, quien nos condujo a su casa. Y nos recibió bastante bien, con una cantidad de cervezas siderales. Luego nos explica que ese día (20 de febrero) es el cumpleaños de la Pachamama, y que había que celebrarlo.
Tema aparte, ya empezaba a sentir los efectos de la altura calameña, que igual los miraba a huevo, sobre todo al escuchar aquellas noticias en que los protagonistas son nuestros pichangueros y rascas (en algunos casos) jugadores de fútbol que se aclimataban en las alturas a fin de evitar los peligros y acostumbrarse (a excepción de los de Cobreloa) al medio antes del juego. Pero eso no importaba… el festín de lúpulo y cebada estaba interesante. Ya iban unas 7 entre 5, para luego seguir por otras 4 mas… y aún teníamos que ir a la casa de la Pía a tomar once.
Debíamos ir. Debíamos ir. Debíamos ir, sobretodo cuando el papa de la Pía dijo que sería un honor contar con nosotros en su mesa. Miércales! Que íbamos a hacer, también teníamos que estar en el ritual para la Pachamama, que estuvo siendo preparado desde hacía 508 años. Para los aymáras somos extranjeros, y es un honor que los extranjeros estén en esa festividad, ya que según la creencia, les trae paz, prosperidad y todo tipo de bendiciones. Estaba todo preparado, nosotros también, y bien entonados. Eso si, antes de que empezara el plato de fondo, me daba cuenta que cuando a Nelson le quedaba un poco de cerveza en su vaso, la tiraba al suelo. ¿Maña? No, era una ofrenda que se hace a la Pachamama, una suerte de ritual cotidiano, diario, para no olvidar a quien nos sustenta.
Son las 20:00hrs. El ocaso se inicia, el sol emprende su marcha hacia el occidente. En Grecia, dirían que el carro de Apolo continúa su viaje por el firmamento. Se enciende la fogata, siendo el “síntoma” con que se inicia el ritual.
En la mesa que había, se encontraban tres paquetes con figuritas de yeso (creo), de forma cuadrada, y con diversos relieves con ciertos motivos: una casa, un pan, un corazón, una pareja, etc. Símbolos universales que a ratos me hacen pensar que la humanidad tiene una conciencia, un inconsciente colectivo del cual hablaba Jung. También en cada uno de esos paquetes, se encontraba, junto a las figuritas, diversos tipos de yerbas, como si fuese un sahumerio, y trozos de pan, galletas y otras sustancias. Al lado, una bolsa llena de coca, de la cual mascaba para estar 100% listo para el ritual.
Momentos después, parte el ritual como se debe. Se ofrenda por los buenos deseos, por el futuro, presente y pasado; por los vivos y por los muertos. La madre tierra, que da la vida (y que dicho sea de paso poco pescamos, ignoramos y además matamos de a poco), es festejada y honrada por el pueblo aymará, al cual pertenece Nelson. El ritual fue potente, mágico, emotivo. Le pedía la Pachamama por mis padres, mi hermano, mis seres queridos y mis muertos, sobre todo por los de los últimos años. Creo que la Pacha me entiende por suerte, y me entiende bien.
Demás esta decir que mascamos coca como nunca, eso nos ayudó a soportar la curadera y la altura.
Para finalizar el ritual, nos echan coloridas challas en la cabeza y en el cuerpo, porque en una celebración no pueden faltar.
De ahí, partimos como huasca a tomar once a las 21:00hrs, una hora poco prudente para muchos, excepto para mi, ya que tomo 11 tarde. Nos paso a buscar un taxi, y al poco rato llegamos. Debo confesar algo: durante el trayecto me fije que Calama es precioso, pero solo de noche.
Como buenas visitas que somos, nos reciben y abren la puerta. Por el ambiente me doy cuenta que somos los invitados de honor de ese día. Lleno de challas entro a la casa, y les aseguro que de ver al dueño de casa se me quito la curadera. Nos recibió muy formal y de terno y corbata impecables. Yo, con mi vestimenta tradicional (polera [pasada a humo], polerón con gorrito, shorts), estaba destiñendo frente a la formalidad de este señor, que no lo conocía y que no sabia su nombre, cosa que después me dio su resto de plancha. Se trataba nada mas y nada menos que de Juan Luis Mauras, ex diputado, ex senador, ex Presidente de ambas Cámaras, ex Embajador de Chile en la ONU, ex padrino de Allende cuando se batió a duelo con Rettig, uno de los duelos mas memorables de la política chilena en el siglo XX, cuando los caballeros se decían las cosas de frente y nada con que irse a los combos, a la antigua usanza*… en fin, un antiguo político de aquellos con clase y prestancia que se preocupaba de los problemas reales de la gente. No en vano, es promotor de considerar a Arica como puerto libre, y de derogar la Ley de Defensa permanente de la Democracia (la “Ley Maldita” del déspota González Videla).
Estuvo con Fidel, Allende, Altamirano, Rettig, Alessandri y Kennedy, entre muchos otros. Decenas de fotografías lo confirman. Nos deslumbraba con sus historias fabulosas de políticos y política, que estaban compuesta de dulce y agraz. Lo pasé bien, además conoce a un amigo de mi familia y a un tío político que fue director de Correos y Telégrafos (eso si que era añejo!!!). Fue una velada interesante, y fuera de bromas, un encuentro con la historia importante, tan bueno como cuando converso con don Jorge Ibañez de vez en cuando.
Esta demás decir que con nuestra anfitriona no conversamos mucho, pero a la salida fue posible.
De ahí a nuestros aposentos a conversar con Nelson hasta las 03:00hrs. Luego, acostarse con la caña para partir el día siguiente a San Pedro. Lo logramos, pero son 2.436 m.s.n.m. O sea, el hecho que “eventualmente” me apunase era total y absolutamente posible y previsible, pero además lamentable para mi.
Salí apunado. No le pedí a Nelson hojas de coca para mascar nuevamente. Grave error, ya sentía una vez mas los efectos de las altas montañas. A los 20 minutos de haber salido ya me sentía pésimo. El bus también lo era. Estaba con revoltijos estomacales, incluyéndose falta de aire, corazón agitado, etc. Me calmo un poco, no mucho, pero puedo respirar tranquilo. Pasan 20 minutos y empiezo a desesperarme mucho.
Saco lo poco de hoja de coca que tenia en mi billetera (era parte del ritual aymará) para mascar (cosa que no quería hacer), pero debo hacerlo. Es primera vez que me meto a mi boca algún alimento que estuvo conviviendo con el sucio y profano dinero. Era poca a decir verdad, no sirvió de mucho.
Agravó más la situación.
Quince minutos mas y morí. Se habló con el chofer y me debo bajar del bus. Si, tal como lo piensan… el escrupuloso, limpio y asquiento Mario debió emprendérselas en medio del desierto. Terrible experiencia, quiero olvidarla. Pero les confieso que después de eso me sentí feliz y pleno.
A la hora, o quizás menos, llegamos a la arqueológica San Pedro de Atacama. Paso al baño y de ahí a conocer, partiendo por la Feria Artesanal, la Iglesia y su entorno para posteriormente almorzar. Posterior al rico almuerzo, hay ciertas diligencias imperdibles que se deben realizar, a saber:
  • Compra de pasajes, me apuno;
  • Vistas de artesanía, me apuno;
  • Recreación de la vista, me apuno;
  • Tirar la talla, me apuno;
  • Consultar por ciber cafe, me apuno;
  • Caminata, me apuno;
  • Respiración, me apuno;
  • Etc etc etc, me apuno.

Era mucho ya. Decido ir a tomar un te de coca para no apunarme mas. El local es bastante agradable, y la comodidad del adobe se hace presente. Un local cosmopolita, donde vi desfilar americanos y eurpeos principalmente. Este lugar me da un grato adelanto de las maravillas maravillosas que podré ver en un rato mas en la plaza de San Pedro. Africanos y asiáticos no vi en esta ocasión, menos oceánicos o de algún otro lado perdido en el mundo. ¡¡Mmmmmmm, que rico el tecito de coca!! Una buena taza a muy bajo precio.
De ahí al museo Le Paige, con una exposición que a decir verdad, me decepcionó un poco. Quería ver momias en cantidades siderales, en especial a la "Miss Chile", pero no puedo ser tan egoísta: el museo es bueno. Reconozco que salió mi lado morboso en todo esto. La muestra permanente es buena, pero falto el material humano disecado.
Fuera de ello, el Museo contiene piezas y vestigios de las culturas primitivas de la zona, elementos de los invasores incas, y para finalizar, elementos del sincretismo entre la cultura de San Pedro y la de los carniceros hispanos.
El padre LePaige, a decir verdad, es un personaje fascinante. Un sacerdote jesuita que se dedica a la arqueología y al rescate cultural de nuestros ancestros. Premiado por el Gobierno Chileno y por el Vaticano (creo, debo confirmar el dato). Una reconstrucción de su oficina da cuenta de ello.
Estoy mas que seguro, y puedo apostar lo que quiera que NINGUN Opus Dei se atrevería a realizar una obra de tamaña magnitud. Dudo que se ensucien sus manitas con tierrita y polvito para desenterrar la historia, dado que estan empecinados en enterrarla y olvidarla de las memorias de nuestro país.
Salvo por un par de errores humillantes en la historia, los jesuítas me son una orden que gozan de mi simpatía.
Posterior a la visita salgo a caminar solitariamente las calles de San Pedro. Por primera vez el desértico polvo y el calor en conjunto me agradan.
Luego del paseo, me siento en una de las tantas bancas de la plaza de San Pedro a escribir unos momentos. Escucho a un músico por algún lado, y la cantidad de turistas extranjeros (gringas, italianas, y mucha europea en general) me tenia a decir verdad bastante entretenido, sobre todo por las féminas provenientes del exterior. El festín es bueno.
Pero no todo es perfecto. El té de coca anterior ya surtió efecto hacía muchísimo rato, y me vuelvo a sentir mal. Luego de eso, parto a tomar otro té, antes de subir nuevamente a un desagradable bus “Frontera del Norte”, los cuales recomiendo no tomarlos.
Llego a Calama y parto a Antofagasta nuevamente, para acudir a la audiencia, terminar con la pesadilla y seguir con el viaje.


PD1 : en la foto, al costado derecho de Ibañez y de bigote con terno oscuro se encuentra don Juan Luis Mauras, en la firma de Arica como "Puerto Libre", en 1953. Foto obtenida de la exposición que se encuentra en la "Aduana" de Arica.
PD2 : mis fotos personales, las sacadas por la camarita análoga, seran reveladas a la antigua usanza, y escaneadas. Luego, estaran en "Viajes Ácidos, el álbum de fotos" para su deleite.


*Si fuera por eso, y dada mi animosidad-belicosidad caballerosa, me habría batido a duelo con muchos y muchas, y quizás me tendría que haber resucitado unas 500 veces para salir victorioso.

viernes, marzo 23, 2007

Bitacoras Februales y Lupercales del norte III: La Cana

Se supone que íbamos a celebrar. Esa es la idea. Hacemos la vaca (o cucha, según el lugar en que se encuentre el lector) y de ahí al supermercado. Tenemos los motivos para hacerlo: el viaje y la buena compañía del momento lo ameritan. Según nos contaban los anfitriones, la casa y el sitio del cerro reunían las condiciones necesarias para festejar. Lo lúdico me gusta, y la ocasión era imposible perderla. El dueño de la casa habitación dijo SÍ, e incluso nos acompañaría en el "vituperio". Llegaban de a poco los comensales y corría la hora. Teníamos el permiso y no llegaba el dueño. Siempre era lo mismo. Había beneplácito, pero ni señas del personaje. Escucho "no me es de fiar", "no me gusta", "es chanta", "es harto rasca" y otras similares. No le di mucha importancia, lo cual no significa que no le haya prestado atención.
Una vez reunidos todos ingresamos. Dispusimos mesas, sillas, copetes, etc. y todo era interesante: buena compañía, sobre todo femenina.
Historias iban y venían, risas, bostezos, hasta que tipin 3 de la mañana alguien dijo "ahí viene más gente". En mis adentros dije "¡¡¡que buena!!!". Claro que era mas gente... eran unos sres. de camisa verde agua, con jinetas verde oscuro, mas pistolas, lumas, placas, balas, etc. ... ya saben a quienes me refiero. Eran los carabineros junto con otro personaje que resulto ser sobrino del dueño, y que iniciaron su diálogo con las preguntas de rigor, incluyendo la clásica solicitud: "¡decumentos sres.!".
Luego de un infructuoso diálogo, nos dimos cuenta que no pudimos hacer nada.
Entregamos los "carnéses" y todos detenidos. Pero antes ordenamos las cosas y botamos basuras.
Subo por 1ª vez (y espero que última también) a la cuca o zapatilla, y es bien incómoda la verdad, bueno... creo que tampoco tengan lujos como para llevar a delincuentes y aparentadores de ellos.
Por un absurdo mal entendido, nuestros cargos fueron el haber violado una morada. ¿Cómo crestas si nos dieron permiso para estar en ESA casa? Bueno, los comentarios que escuché al inicio fueron ciertos: el dueño de la huevá es un chanta, mala clase y tránsfuga. A lo que no dimos crédito, ahora lo palpábamos.
En fin... no mucho se podía hacer. Nos pidieron datos, profesión u oficio, estudio, domicilio, lo básico como para ir pensando en prontuariar a un desgraciado.
Examinaciones, revisiones, pero hechas con dignidad, eran las últimas diligencias que nos hacían a eso de las 04:00AM. Posteriormente bajamos al lugar que todo imputado conoce, el cual, obviamente, no conocía personalmente: los calabozos. Jamás pensé que me encontraría con mis distinguidas amistades en un sucucho insalubre, el par de Víctores, el par de Pablos, Javier, Marco y yo éramos los invitados al convite policíaco-judicial. Dos celdas a la izquierda estaba mi anfitriona, la Isa, junto con la Pía.
Por suerte nos tocó una celda sin otros compañeros que nosotros mismos. Pero esa suerte cambió unas horas después cuando ingresó a nuestra mazmorra un descomunal y amistoso personaje, que llego saludándonos amistosamente. Como buena persona preocupada y amante de la hospitalidad nos preguntó:
P: "Shiaaaaaaa!! ¿y porque tan encerraos?"
JV: "Por violación de morada"
P: "¿Los pillaron con gramos?"
JV: "No: estábamos en una casa, y blablabla..."
P: "Ahhccc shiaaa"

Luego fue consultado por qué llego junto a nosotros y el dialogo fue mas o menos así:
P: "es que los pacos @#$%& le estaban sacándole la shusha a unos cabros chicos, y entonces nosotros le pegamos a los pacos @#$%& porque los pacos @#$%& no le pueen pegarle a los cabros chicos.... por cazuela ¿los pacos @#$%& pueden pegarle a los cabros chicos?
JV: "Obvio po, si los agreden claro que deben defenderse, y si los ven cometiendo un delito flagrante y se pone violento demás que también. A todo esto ¿porque estai encerrao?"
P: "No nah', es que solo estabamo quemando una casa sha"
No tenía idea que a uno lo pueden encerrar por "sólo" quemar una casa... asombroso, pero el nuevo compañero andaba medio perdido.
Luego, la presentación de rigor. El tipo se llamaba "Papo", pero su nombre real es Ricardo. Pero no venía solo: no señores. Estaba acompañado por el "Pelele", quien estaba en la celda del primer piso. De vez en cuando, Papo se acercaba a los barrotes y gritaba con su tono característico "¡Pelele!, ¡Pelele! como estai!".
Ni respuestas de Pelele... parece que dormía o que estaba pasando por el trámite administrativo de rigor.
Luego, entre sueños, escuchaba las historias de Papo, y de como se escupía en la mano para luego pasar el producto de su boca por un tatuaje que tenia en su pierna, para que tuviera brillo.
Llegan las 9 de la mañana y nos hacen subir al primer piso. Mas trámites. Nos pasan un documento con un nombre chistoso: "Acta de citación compulsiva". O sea, teníamos que ir a la Fiscalía nos guste o no, el día 22 de febrero. Con eso, el estar cautivo en una ciudad que nos recibe "especialmente" se prolonga obligatoriamente.
Mientras estaba esperando mi "acta", miro alrededor y esta todo moreteado y hecho bolsa el famoso y mítico "Pelele".
La libertad tiene un olor especial y, guardando las dimensiones del caso, pienso en los prisioneros políticos durante la tiranía del muerto ese. El hecho de salir al exterior, con la conciencia tranquila que no se delinquió, es invaluable, y el ver la luz del sol luego de la oscuridad también pasa por una sensación similar.

Luego, a la casa del ser en cuestión a pedir explicaciones. Balbuceó un par de palabras, porque andaba con una resaca de la puta madre, y luego, en su estilo ordinario, dijo que era fácil que el mismo llamaría a su sobrino para que sacara los cargos. Y como es un chanta dijo “ahora tienen mas anécdotas para contar”. “Claro bolsa de caca, demás que si después de dormir en el suelo del calabozo” pensamos todos.
Nos retiramos a nuestros hogares postizos a bañarnos y sacarnos las malas vibras de ese día.

Espero no ver al famoso H.R., el desgraciado que nos hizo pasar el susto de la puta madre en nuestras vidas.



PD: en el interrogatorio del "imputado" que llego a la celda, tomar en cuenta lo siguiente:
P = Papo
JV= Jóvenes varios

martes, marzo 20, 2007

Bitacoras Februales y Lupercales del norte II: Antofagasta

Vamos llegando al primer destino. Antofagasta, la ciudad de Javilina (a quien lamentablemente no conozco) me recibe junto a los anfitriones. Pablo, Marco y su papá nos esperaban para ir camino a su hogar y reponernos del viaje. Luego, paseo por los alrededores: la Feria Modelo, la playa artificial, el Lider para luego juntarnos con otro comensal más y proseguir el itinerario.
Sector norte, bien al anorte, ya casi donde no hay civilizacion en la capital de la IIª región... mal que mal estamos a 16 kms del centro.
Estamos yendo a la Portada, la vieja de piedra que estoica y silenciosamentesufre los embates de las olas y la soledad, incluso la nocturna, a pesar de los amantes que suelen aparecer a esas horas del día.
Fotografío, observo los farellones costeros y desafiando a las advertencias visuales del lugar, bajamos a la playa y aprovecho de mirar las formaciones geológicas. Conchas, conchuelas, conchitas, piedras y tierra son lo que conforman TODO el sector. No se como lo habran hecho los changos para bajar a pescar y nadar, con tantos metros de altura a cuestas... sin duda algo loable. Lo pude comprobar al intentar andar a pata pelá por los senderos existentes: la hazaña no me duró mucho, mis pobres pies eran víctimas del sol que irradiaba su calor desde la arena.
Por la hora, se pone un límite al paseo (el cual por supuesto fue muy satisfactorio) para acudir a la casa de quien me alojaría. Viaje de vuelta, con un calor sofocante y con un paisaje a ratos industrial, a ratos residencial, hasta que finalmente llego a la casa en cuestión, que era nada mas y nada menos que la de la adorable Isa, que me acogió a las mil maravillas.
Luego de almorzar juntos, fuimos a caminar por el borde costero para luego finalizar en una suerte de muelle-muralla-refugio-paseo en el cual las olas rompían.
Llega la hora, y es hora de trabajar. Me subo a la dalca y me interno en el mar en busca de alimento para proseguir. Lo consigo, fue satisfactorio. Luego, nos preparamos para celebrar.

miércoles, marzo 14, 2007

Bitacoras Februales y Lupercales del norte I: Aprontes


Bueno, como se dieron cuenta, durante febrero principalmente no tuve mucha actividad cibernética... estuve fuera de esta urbe inhóspita y cada vez más desagradable, para emprendérmelas muy lejos de acá, hacia el norte del país.
Este viaje lo estuve planificando desde diciembre del año pasado, ya que tuve la invitacion por esa fecha.
Me hice el ánimo, no porque no quisiera viajar, sino por el hecho de estar arriba de un bus o de un avión por incalculables horas.
Con el paso del tiempo me he puesto mas miedoso a los medios de transporte… ¿porque? No lo se, es parte de las inseguridades que vamos adquiriendo cada cierto tiempo.
Durante los días previos, con mi amigo Pipo Vega comenzamos con los preparativos y el desarrollo del itinerario. Ropa, dinero, alimentación, pasajes y tiempo eran los temas que afortunadamente me preocupaban.
Se acercaba el día, transcurrían los momentos y la imaginación hacia de las suyas. El día jueves, últimas conversaciones por msn con amigas y amigos, anunciando el viaje y solicitando que por cualquier cosa me llamen al celular, o bien que dejen el recado con las personas correspondientes o en mi correo electrónico. Mientras tanto saco un papelillo, le echo un poco de tabaco y armo un cigarrito muy fuerte, para sentir su sabor y aromas que sin duda ayudaran al trance que estaba a punto de iniciar.
Los nervios me consumían. La pena por otros hecho también pero el hecho de saber que me encontraría con viejas y viejos amigos ayudaba de todas maneras.
Cierro mi mochila, reparo mis zapatillas, imprimo algunas cosas y de ahí a dormir.
Escucho en la mañana fuertes susurros de desesperación, que al final descubrí, fueron insignificantes. Una ráfaga de viento con una lluvia amenazantes me acariciaban al despertar. Pensé y dije: “ya es la hora”. Me levanto, me baño y finiquito algunas cosas. Cámara, plata, intentar llevar el tabaco y la comida para el viaje son el principio y fin de una travesía “I-N-O-L-V-I-D-A-B-L-E” como podrán darse cuenta mas adelante.
Mi hermano “monito” y mi mamá me dejaron en el metro Einstein. Me despido, subo, hago trasbordo y de ahí esperar a mi partner de viaje.
Miro a mi alrededor y veo a los pasajeros, mis compañeros de viaje. Miro sus expresiones y semblantes. Hay mucha felicidad, en otros tensión.
El mío, creo, no representa ni lo uno ni lo otro… las circunstancias en mi son diferentes.
Suben el chofer y el auxiliar junto al resto de la tripulación… parte la máquina, que lucha contra este invernal día de verano.
El cielo sigue llorando. No se porqué ¿será porque tiene frío?, ¿será porque me voy?, no lo creo, la atmósfera suele ser caprichosa.
Desde el Terminal a la Autopista Central fue eterna. Una vez que miro el cerro Renca me tranquilizo: el viaje comenzó. Intercambio con don Vistor palabras alusivas hasta que se inicia lo mas destacable del día y de toda la travesía: el festival de Rocky. ¿Cómo? Sí… fueron mas de 6 horas de un carnaval del cual salí entusiasmado con pegarle a alguien, pero el Zorro y su mascara quisieron que el destino fuera otro.
Cae la noche y con ello la travesía que no me interesaba mirar: la del desierto. Horas y horas de un desolador espectáculo, en que la naturaleza demuestra que también puede tener un cinerario o un columbario abierto para todo el mundo y que, si no tomamos conciencia ecológica, nuestro medio ambiente puede llegar a serlo en el corto plazo.
Hay solo una cosa buena de este trayecto nocturno. Hago una cosa que me deprime hacer en Santiago: miro el cielo, esta claro y estrellado. Me doy un gran gusto al observar nebulosas, satélites, ovnis, aviones y cuanto objeto estelar que aparezca y que en la ciudad infame es imposible de ver en las noches, salvo cuando se corta la luz producto de alguna protesta, atentado, etc.
Termina mi terapia hacia lo alto, y en el exterior la visibilidad es prácticamente nula. No hay nada mas que hacer a partir de ese momento.
Por suerte duermo.
Siento que amanece. Veo al gordo simpatico del auxiliar que esta ofreciendo desayuno y decido abrir mi ventana. Miro un letrero que dice “Arica 800 y tantos kms”. Me resigno, recibo mi te y guardo silencio.

jueves, marzo 08, 2007

8 de marzo

El 8 de marzo de 1908, murieron abrasadas 146 mujeres trabajadoras de una fábrica textil, llamada Cotton, ubicada en Nueva York. Ellas protestaban por las bajas remuneraciones y las pésimas condiciones de trabajo que tenían.
El incendio fue provocado por las bombas incendiarias arrojadas para repeler el encierro y huelga que estaban llevando a cabo.
Desde esa fecha las mujeres trabajadoras son reconocidas en algunas partes del mundo.
Dudo que sea celebrada en todos los países. En el nuestro, sin duda que es una fecha fantasma, por las grandes diferencias que mantienen las trabajadoras del país en todo ámbito laboral y sectores productivos.
Mientras no haya efectivamente justicia social, esta conmemoración será una de las tantas que no seguirán teniendo sentido. Cuando se logre la plenitud igualitaria entre el hombre y la mujer, de verdad que habrá consecuencia entre el discurso y la realidad tangible, entre lo dicho y lo hecho.
¿Hay que esperar otra masacre como para reivindicar los derechos humanos de las mujeres y festejarlas? Ya es tiempo de actuar.
El día internacional de la mujer se ha ampliado, ya no sólo a las trabajadoras, sino que a todas las personas que pertenecen al género femenino.
Desde este sucucho virtual, mando un saludo a todas las mujeres del mundo... especialmente:
... a mi mamá...
... a mi abuela...
... a mis amigas...
... a la Presidenta...
... a las abuelitas de mis amistades...
... a las bebes recién nacidas...
... a las machis...
... a las madres...
... a las sacerdotisas que mantienen vivo el fuego del hogar...
... a mis hermanas...
... a mis primas...
... a la señora que me vende el The Clinic...
... a mis tías...
... a las cocineras...
... a mis otras amigas...
... a las enfermeras...
... a las religiosas de cualquier credo...
... a las no religiosas...
... a las satánicas...
... a mis vecinas...
... a las cajeras del supermercado...
... a las ministras...
... a la viejita de la botillería...
... a las chiquititas que dan sus primeros pasos...
... a mis profesoras...
... a las cantantes...
... a las magistradas...
... a todas sin excepción...
... y muy especialmente a las incondicionales que me leen hasta el día de hoy.

martes, marzo 06, 2007

El papa ha muerto


Por Gonzalo Villar

El Papa ha muerto, dicen.
Otro crimen de la Iglesia.
Matarse de tanto salir por la ventana
a embarazar el viento
sin pastillas ni condones.
El Papa ha muerto
soldados suizos lo clavaron en la tráquea
le apuntaron con un tanque argentino del 78
para ser enterrado en Polonia
bajo la sombra de Stalin
hablando en árabe y en ruso antiguo.
El Papa ha muerto, lloran
lo ví en el balcón de Pinochet
tomando tecito en La Bandera
mirando el rostro de Cristo en Ñuñoa
perdonando disparos y pederastas
60 años después del holocausto
cuando todavía los papas mueren
y toman Pepsi.