Llegan a Chile las estrellas

El fenómeno Garzón es parte del fenómeno de la globalización, es decir, la justicia a nivel mundial. Actualmente ya no se obvian ciertos hechos como antes, y cualquier déspota que desee quedar impune le será difícil arrancar de la espada y la balanza de la señorita ciega (se dijo a propósito de la designación de la Sra. Morales como ministra de la corte suprema, que la justicia en Chile era ciega, sorda, muda y fea jejejee).
Una "bondad" de la globalización puede ser el hecho de tener la información al alcance de la mano, lo cual ha favorecido la denuncia de funestos hechos a nivel mundial (ej. atentados a las torres gemelas, rapto de rehenes, dictaduras, acciones de limpieza étnica, etc). Pero así como esta existiendo de a poco un orden planetario, se esta tratando de perseverar en una justicia planetaria, con instituciones tales como el Tribunal Penal Internacional, creado en virtud del Estatuto de Roma y al cual Chile no esta adherido. Lógicamente el patrón de fundo mundial, EE.UU. tampoco ratifico este tratado y, por lo tanto, canallas como Bush estarán exentos de ser juzgados por sus actos sanguinarios.
Como sea, y antes de que existiese el tribunal en cuestión, Garzón se ha dedicado a olfatear los lugares en que sienta la podredumbre del poder, y las funestas consecuencias cuando ciertos personajes se olvidan del bien común. No en vano cayeron cabecillas de ETA, militares argentinos, y, en lo que nos toca el dictador Pinochet, cuando estaba en The Clinic, vegetando después de una operación.
Sea como sea, con las críticas que pueda merecer, esta visita, cuando termine, causará mas de algún escozor en las paquidérmicas pieles de la derecha chilena.
Garzón lo encuentro notable... muchos jueces podrían ser francos. Podrían ser ajenos al cansancio, podrían ser justos, podrían ser honestos.
Creo que a Libedinsky y otros vejetes que están en las Cortes en el país les será bueno aprender un poco de él.Y para finalizar, un poco de música para vuestros oídos.