sábado, julio 14, 2007

El Jaguar

La panthera onca (o felis onca) originalmente habitaba por el norte en lo que actualmente conforma el sur de los horrorosos Estados Unidos de Norteamérica, hasta la Patagonia por el sur, en Argentina principalmente (país en que prácticamente se extinguió). Hoy en día, su distribución se ha reducido notablemente. Ha recibido diversas denominaciones como jaguar, yaguareté, nahuel, yaguar, otorongo e incluso tigre, pero la primera es la más común. Es de hábitos solitarios, y se agrupa en madana solo para ocasiones especiales.
A diferencia de su otro colega felino que habita en América -el Puma-, nuestro invitado de hoy habita principalmente en las selvas y llanuras del continente, mientras que el Puma lo hace en lo alto de las montañas. A pesar de ser ambos los mas grandes felinos del continente, el Jaguar, con creces, es el de mayor tamaño.
Fue llamado balam por los mayas, mientras que por los mixtecas y aztecas fue conocido como oceolotl. Su bella fisonomía se puede apreciar en una gran y amplia variedad de estelas, dinteles, cerámicas, monumentos, códices y manuscritos. Es más: se lo ha representado como el Sol en el peregrinaje subterráneo (tanto nocturno como en el mundo de los muertos) junto a Quetzalcoatl (que adopta la forma de coyote, y que es llamado Coyotlinahuatl ["el doble coyote"]). En lo que respecta a la cosmovisión azteca, la peregrinación nocturna del Sol es la correspondiente a la que cumple Venus para ir a convertirse triunfalmente en la Estrella de la Mañana.
El Jaguar fue uno de los animales más temidos y venerados del México antiguo. Por su fuerza, belleza y presencia impactó a los pueblos antiguos, por lo cual lo convirtieron en el sinónimo de la fuerza brutal, la violencia y la destrucción. En América del sur tambien fue adorado, principalmente por los guaraníes, que consideran que el Jaguar vive en la Luna, recostado sobre ella, esperando a poder devorarla.
Hoy en día, a pesar del mítico pasado que pudo haber tenido el Jaguar, la situación es muy distinta. La desforestación de los bosques, la contaminacion de las aguas de su hábitat, y la caza indiscriminada que ha sufrido, han mermado su población de forma extraordinaria, desde la llegada de los brutos colonizadores españoles. Se lo encuentra en la actualidad en zonas boscosas inaccesibles, o en reservas destinadas a su preservación.
El jaguar continúa su camino solitario, quizás en compañía, quizás esperando a tenerla, a la saga de las presas que puedan aparecer bajo un manglar o en lo alto de alguna colina frondosa y boscosa, dispuesto a hacer de cada cacería una real instancia en que su alimento lo ayude a crecer y desarrollarse, llevando dentro de su corazón el fuego que derretirá los hielos mas duros con que se pueda encontrar en la selva exterior, una selva inhóspita, escasa de comprensión. Es ahí donde nuevamente su manada influirá positivamente dentro de esa selva, desde cuyas alejadas latitudes ha sufrido el frío intenso e insensible de un mundo que permanentemente lo agobia, seguramente hasta el fin de su existencia.

1 Comments:

Blogger Animita se mando el siguiente carril:

bakán el minino, pero no tendría uno de esos regalones en la casa, me resigno con tener cerca a una felina amiga.

Saludos paranormales.

julio 18, 2007 1:49 p. m.  

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