A las calderas del infierno, o al centro de la tierra

Como alguien dijo por ahí, nada es eterno. Ni siquiera los imperios. Pero así también, han caído los íconos del terror, entre ellos las serviles ratas encargadas de lamer botas. Créanme que este epíteto no es gratuito. El personaje de hoy se dedicó a hacer el trabajo mas sucio e inmundo que puede hacer un ser humano.

Llegó la hora final de uno de esos. Osvaldo Romo Mena, el despreciable torturador, y violador de los Derechos Humanos, falleció abandonado, botado, como el peor de los seres, categoría a la que perteneció. Castigo social para una lacra dentro de ella.

Cuando me contaron la noticia, mi debilitado corazón se puso a latir como si me hubiesen avisado que me gane el Kino o el Loto. No me sentía así desde que murió Pinochet. Estaba revolucionado, quizás por la alegría que significa que no merece mas vida un símbolo del terror, o que el Estado chileno estaba malgastando su dinero con un criminal infame, al cual ya le salvo la vida el año 2004 cuando estuvo internado a causa de las enfermedades que tenía hasta ese momento.

Una organización religiosa fue la encargada de retirar sus despojos y darle sepultura, ya que ningun familiar se interesó en recogerlo. Para que decir el despliegue realizado el día jueves 5 de julio... la policía de Investigaciones reviso hasta el último basurero por si alguien hubiese tenido la intención de poner una bomba y realizar un atentado, el cual, a mi juicio, no hubiera tenido ninguna trascendencia y ninguna utilidad ¿de que hubiera servido realizar uno?

La vida de Romo se caracterizó por ser la típica vida de los soplones que aparecieron por aquella época post golpe. De pasar a ser una persona que se codeaba con dirigentes del MIR, luego del 11 de septiembre pasó a ser el informante mas despiadado con que contó la DINA. De codearse quizas con Miguel Enríquez o con Bautista Van Showen, pasó a la inmunda "elite" compuesta por Pinochet, Contreras, Krasnof o Moren Brito.

Me llega a dar espanto cuando se lo escuchó en mas de alguna entrevista dando las recetas de como dejar bien muerto a los enemigos del régimen, o de la falta de compasión al desear que todos, después de una sufrida tortura, fuesen finalmente asesinados. Me es pantó escucharlo en esa entrevista en Univisión (creo que era ese canal) en que parecía pleno y realizado al mostrar urbi et orbe sus atrocidades por medio de la caja animada. La parrilla, las ratas, las pozas de aguas servidas, la electrificación, fueron algunos de sus métodos preferidos. Pienso en el dolor causado y en la alegría de esos bastardos al ver gozar derramando la sangre de sus enemigos politicos. Bajeza.

La última vez que me recordé de ese sujeto fue cuando el vólcan Llaima empezó a echar fumarolas, cuando una posibilidad de erupción era latente. Se preguntarán ¿que tiene que ver el extinto Romo? Una de las cosas que además hizo fue lanzar ejecutados y prisioneros politicos a las fauces de los volcanes, de donde nunca mas salieron ni menos podrán encontrarse restos de ellos, por la imbatible fuerza de la naturaleza y de la lava viva que surge del seno de la herrería de Vulcano. No me extrañaría que si hubiesemos estado en el Amazonas, haya sido capaz de lanzar a los torturados a algún sector de ese río lleno de pirañas.

Dentro de sus víctimas se encontraban Diana Frida Aarón Svigilsky, Guillermo Roberto Beusire Alonso, Manuel Jesús Villalobos Moraga, Alfonso Rene Chanfreau Oyarce, Maria Angelica Andreoli Bravo, Muriel Dockendorff Navarrete, Edwin Francisco Van Yurick Altamirano. Fuera de ello, se encuentran dentro sus víctimas los padres del percusionista de Gondwana, Dagoberto Perez (Don Chico), quizás, uno de los crímenes más atroces de todos los cometidos por él.

Debo reconocer que la muerte de personas no me agradan en lo mas mínimo, pero sí siento satisfaccion cuando mueren los símbolos del terror. Me asqueo en pensar en Romo, y que respiró el mismo aire de quienes amamos la libertad y los derechos de las personas, e incluso esta imperfecta democracia chilena.

Otro ser despreciable que se va de este mundo. Otra rata que deja mas espacios para la democracia y la libertad de expresión. Quién mas sigue ¿sigue Contreras, seguirá Iturriaga?

Si "dios" le dio el perdón, simplemente considero que es un gran payaso dentro del Universo.