viernes, octubre 26, 2007

Aventuras en Pucón (2), o el epílogo de las magnificas aventuras lacustres

Como era de esperar, la música se hizo presente, por lo menos a nivel de voz ya que no teníamos una radio o algo parecido. Y por supuesto que mejor que Ramones para amenizar el camino. Los finaitos Ramones, desde el lugar en que estén, seguramente carretearon junto a nosotros.
Al llegar al día siguiente al lugar en cuestión, caía una agradable lluvia, que lógicamente no había en Santiago en esos momentos. Era de esperar que estaba nublado, pero esa agua que cayó fue una suerte de purificación del alma.
Como sea, la cosa es que todo partió bien… partido Chile-Argentina, lluvia, y una lista de demases que no me acuerdo mucho. Después de todo, llega la noche y había que sacudirse un poco, pero antes prepararse. Si, me sometí a la plancha y alisé por primera vez en mi vida mi cabellera algo larga en estos momentos, de lo contrario ese indomable pelo jamás podría haber tenido un resultado como ese. Sin dudas, era a esas alturas era algo así como el “He-Man” de Tacna, el “Principe Valiente” de Cochabamba, o el “DeeDee Ramone” de San Pablo. Pésimo y trágico el look, aunque más parecía a Cabellos de Ángel de Condorito buscando pega. Pero aún así cayo bastante bien.
Llegado el segundo día, me asombré mucho, principalmente porque el tiempo fue rotundamente contrario al del día anterior: un tremendo sol con el calor correspondiente. El llamado era a pasear, a salir en algún momento de la jornada. Así fue, y finalmente tipo 4 y algo de la tarde salí a recorrer y conocer algo de Pucón. La gracia en todo esto precisamente era conocer el lago y ver el volcán, ojala lograr tener la mejor toma. Me imagino que si los griegos hubiesen estado en la novena región, estarían totalmente convencidos que Vulcano vive en el Villarrica, es un lugar mucho mas digno del que tenia en Grecia.
Camino por las calles, mirando obviamente el volcán y esperando a que ojala el lago apareciera lo más pronto posible. Cabe señalar que el Villarrica aun esta en actividad. Tiene fumarolas que salen desde su vientre. Se me hace la idea que Suiza, Bariloche o esas ciudades tienen un aire similar entre todas: lago, montañas, nieve, ski, turistas ricas, etc. Quede embelesado con todo, mas con todas específicamente.
Luego de vitrinear, tasar y poner nota (obvio, mi género es experto en eso), continuamos camino hacia el lugar en que estaba el lago. Mientras tanto, las tomas de fotografías a cualquier cosa que apareciera junto al volcán eran de obligación absoluta.
Una vez llegado al lago la cosa se puso mas entretenida. Aparte de caer como saco de papas en el acceso a la playa, el objetivo se había cumplido: lograr ver el lago Villarrica en toda su real dimensión. Arenas negras, típicamente volcánicas, se conjugaban con la claridad de las aguas y las cálidas casas de madera del entorno.
Un pequeño muelle en que había embarcaciones pequeñas decoraba el paisaje, junto con la gran variedad de árboles, arbustos y aves que merodeaban por el sector, y la suave brisa que acarreaba los aromas del bosque.
Lo mejor de todo fue la puesta de sol. El ocaso tenía un gusto distinto, a dulce, a salado, levemente a ácido… era agradable a los sentidos.
No saco mucho con contar el resto, salvo que los churrascos de allá son muy grandes pero con poca carne. El resto no vale mucho la pena que digamos. Lamentablemente es un pueblo caro.
Llega la hora de regresar a la capital, pero a diferencia de otras ocasiones, quiero llegar muy pronto para ver muy pronto a los míos, dado que este año ha sido duro personalmente. Quiero estar nuevamente en mi casa a sentir la comodidad y sobre todo cordialidad de mi hogar, cosa que es muy escasa hoy en día. El viaje de vuelta personalmente tuvo muuuuuuuuuuuchos sentimientos encontrados, con personas, interiormente, etc. Una sensación indescriptible.
Pero esto no acaba acá señoritas y señoritos…. falta la guinda de la torta. En un viaje de horas es imposible estar sentado aguantando las necesidades primordiales que la madre naturaleza nos impuso. Como es de suponer, paramos en una estación de servicio, a la cual llamaremos “Pronto Express” (para no tener problemas con el grupo económico del cual son dueños, y que de seguro leen esta paginita). En la última parada hecha, cerca de Curicó, la naturaleza llamó. Pague mis $150 por el servicio higiénico, y cuando me aprestaba a “ocupar mi lugar” en las casitas, ¡¡pum!!!!! se corta inesperada y súbitamente la luz, quedando obviamente a oscuras. Como era de esperar, con mucho esfuerzo me puse a gritar desde dentro, y quienes me acompañaban también apañaron con la situación. Producto de la indignación fui donde la cajera a mostrar mi rabia e irritación… no diré obviamente lo que dije respecto al hecho de estar dentro del WC y que corten la luz. Solicito que la enciendan nuevamente y proceden. Me dirijo nuevamente, tomo posesión y ¡¡pum!! la vuelven a cortar. Armé la CDP porque parecía chiste el asunto. La CDP tenia varios huéspedes de la gente de “Pronto Express” y de la cajera… la cosa es que unas almas piadosas se compadecieron de esta persona, y con un par de celulares “iluminaron” ese instante. La explicación fue que habían asaltado el servicentro y que era como medida de protección el apagar las luces. Hice lo que tenía que hacer, me subo al bus y la gente me miraba con cara de odio (la sensación me recordó algo vivido pocas horas antes del regreso). Un par de tallas y sería todo, hasta que supe el real motivo de todo esto a la semana posterior, es decir el sábado ¿Qué pasó? En el preciso momento en que estábamos pagando por el pésimo servicio, carabineros avisó a “Pronto Express” que por la carretera venia un bus con hinchas de un equipo sureño de fútbol, quienes andaban trenzándose a balazo limpio con otros sujetos, y se iban acercando peligrosamente en 5 minutos al lugar. El cuento es que mientras estaba en mi faena, llega un vehiculo del cual se bajaron 5 tipos que rodearon nuestro bus, y de otro vehiculo otros personajes se fueron a esconder a las sombras.
Lógicamente nadie me contó en el acto mismo, ya que saben como me hubiese puesto, es decir, a tiritar como retrovisor de micro, y de las amarillas. O quizás por mi estilo de vida poco sano, habría significado el advenimiento de un síncope… o es probable que si me hubiese demorado más, de seguro las tunas de los “civilizados” hinchas chilenos de fútbol habrían caído sobre mí.
A pesar de todo, sin dudas, volveré alguna vez a Pucón nuevamente, si la diosa fortuna me lo permitiese.










3 Comments:

Anonymous Anónimo se mando el siguiente carril:

La suerte tuya de conocer ese pueblo del sur...!

Abrazos desde el norte!! ahh! y te envidio chiquillo!!!! no sabes cuanto jaaja!

Besos!

octubre 27, 2007 3:07 a. m.  
Blogger Alfonsina se mando el siguiente carril:

Qué viaje más ácido!!! Ja!

Lo loco es que finalmente te hayas enterado de lo que realmente había pasado... heavy...

Un abrazo!

Alfonsina (...Cicuta O Maleza?...)

octubre 27, 2007 2:15 p. m.  
Blogger Mario se mando el siguiente carril:

Fernanda: así es, fue realmente una gran suerte estar por esos lados. Es grato arrancar del inmundo e inhospito gris de Santiago.
Alfonsina: efectivamente mi estimada, demasiado ácido que me dio indigestión. Mas que nada, tuve la suerte de escribir sobre ello, porque sino definitivamente estaria en el infierno en estos momentos.
Saludos!!!

octubre 30, 2007 2:35 a. m.  

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