Pensamientos personales en torno al tiempo

Hace un tiempo atrás, en una convivencia, una amiga tarotista, de quien se dice, tiene el don de ver el aura y realiza esas prácticas esotéricas (aunque algunos se rehúsen a admitir ese pasado), empezó a adivinar nuestras vidas pasadas a través del humo. A uno de los comensales le dijo que fue una prostituta en su vida anterior, a otra que fue una bruja, y en lo que toca a este mortal fue bastante especial. Me lanzan el humo a mi rostro, y esta amiga me dice: “veo cascabeles en tu cabeza… pero atrás un hacha” ¿Qué diablos significaba eso?, pensé yo. Luego prosigue con la interpretación… “en tu vida anterior fuiste un bufón… pero fuiste asesinado”. Jajajajajajajajaja en mi vida anterior fui un bufón y por FOME me cortaron el cogote. Fui decapitado porque seguramente al monarca de turno no le gusto la talla que le lancé… o quizás, haber dicho un par de verdades que ofendieron a alguien, o a su tiranía o régimen, ocupando mi forma de ser que a pocos les gusta (ser directo y sincero).
Superchería o no, lo encontré chistoso pero con un trasfondo interesante. Es solo cuestión de creer o no, como en todas las cosas. Según dicen, las terapias regresivas en psiquiatría y psicología tienen por objeto, primero, el averiguar las vidas pasadas de las personas, y segundo, indagar si en esas vidas pasadas ocurrieron traumas que puedan afectar en la vida actual de alguien. Solo de esa forma se puede atacar “de raíz” el problema, a fin que el diagnóstico sea lo mas certero.
Claro que todo puede ser una hipótesis…
El tiempo, esa barrera de espacio que media entre dos situaciones y en la que se desarrolla nuestra existencia, es lo que nos hace crecer, llorar o sufrir. También alegrarnos con nuestros logros o con los de los demás, incluso decepcionarnos de quienes alguna vez han dicho que son nuestros amigos… pero también útil para encontrar a nuevos compañeros en el viaje de la vida.
Y el tiempo es un camaleón… a veces conviene que pase muy lento, y en otro tipo de situaciones, que pase ojala, lo mas rápido posible, claro esta, según la ocasión.
En estos momentos, me encantaría que el tiempo pase muy rápido, y que llegue el calor al hemisferio sur, que haya un poco mas de vida alrededor, que no este tan contaminado el aire de la ciudad capital para que nuestros viejos queridos no sufran. También me gustaría que pasara rápido para que el dolor de las familias de los DD.DD. causado por la errónea identificación de los restos de sus familiares termine, como quién despierta de una horrible pesadilla. Quiero que pase muy rápido el tiempo para ver el cambio de mando de la primera Presidenta de la República que tuvo el país y las evaluaciones de su gobierno; aprovecho, por cierto, de ver las celebraciones del bicentenario de nuestro país. También quiero ver a alguno de los pingüinos que aparecieron en el paro como actores de la vida pública nacional. También me gustaría que el tiempo pase rápido para poder ver a mis hijos algún día, y también a mis nietos, si es que los llego a tener.
Pero me gustaría, por otro lado, que el tiempo pase lento, para seguir disfrutando a mis papas y a mi hermano, a mis amigas y amigos, para seguir contemplando la naturaleza, y seguir viendo la constante vida-muerte a nivel cósmico, con los atardeceres y amaneceres, y con el azul del firmamento después de la tormenta.
Creo que seguramente puede existir algún otro loco que busque estas mismas cosas.

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